dimecres, 22 d’octubre del 2014

Alma de puerto

Ojos mirando al mar, suspiro de niña,
desde un pronunciado rocoso, en el puerto.
Hoy el viento arrecia y le llegan latidos de barca,
aquella donde faena su amor eterno.
Allá en los horizontes encontrados,
donde las olas se coronan de blancos,
te busco un habitáculo donde persistir
mientras dura la indulgencia tempestiva.
Una mano de sol, un respiro en descanso de Eolo,
una tarde más plácida, un ansia que te acerca…
y, de pronto, una barca con sus siglas
que se aproxima y se divisa milagrosa,
y un cielo alegre nos baila afinidades.
El puerto se ilumina, otro día, mañana más…

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada