Muchos dicen que la lluvia no sabe llover,
yo no… a mi me relaja y me moja
los activos irrefrenables e innecesarios.
El paraguas de negro eterno, familiar,
casi no abarca las minucias dispersas.
Una ligera pero traviesa brisa, caprichosa,
hace que se refresquen hasta las ideas…
Pensamientos bajo la lona negra,
impermeable por arriba, sólo por arriba.
La brisa suaviza como en mayo,
la lluvia teclea y "musiquea" en romántico,
se impone una vuelta más por los aromas,
bajo el cielo plomizo… y contigo de brazo.
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