Siempre presumí de que, después de la reflexión, podía con cualquiera… pero era lento en los prontos, aquello que tienen a bien en llamar agilidad mental, que son como dardos de precisión y oportunidad. Cuando vas creciendo y calibras el valor de las victorias dialécticas, uno se deshace en matices, observando las voces… de sus amos, incluso alguna propia para despistar. Te das cuenta de la respuesta del que calla, del dolor que producen tus directos, y del mal estar que provocan sus efectos. De todas formas, que sea trilingüe la verdad y la mentira muda, y que los doctores tengan libros y los ignorantes aprendan a aprender…
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