Qué descansada y relajante vida,
aquella que huye del mundanal ruido,
y te pierdes y te encuentras por los sueños
que nunca creíste posibles.
Qué felicidad la de aquel libre,
que sale sin norte ni obsesión
y se cuela entre las rendijas
de los espacios libres con sol.
Qué placer cuando gobiernas tu barca
y las inercias te llevan plácidas
por los verdes azulados de bosques y mares.
Emoción, placer, consciencia de libertad,
suelo fértil donde uno puede abrir los ojos
y comprobar que existe… lo soñado.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada