Muchos catalanes no solemos celebrar esa fiesta,
aunque el sentido comercial perdura...
Nosotros, con igual intensidad y sentido,
lo celebramos por Sant Jordi, el 23 de abril,
con rosa y libro, cena y sardana.
Pero no seré yo quien tenga nada...
contra el amor y la amistad.
Estar enamorado es como el amanecer de la sonrisa,
es como el vuelo sostenido de una ilusión,
es como una rosa que, además de belleza,
te regala fragancia... y algún pincho,
como sugerencia de la realidad vital,
es como un abrazo del destino,
como una lluvia de luceros que te besan…
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