Los jazmines arrasan y se llevan los aromas,
transforman los ambientes… arrasan.
Es como la fuerza de la verdad profunda
que va más allá de la razón razonada…
En mi jardín se turnan los perfumes
y discuten el dominio de las rosas,
los nardos tentadores que convencen
o los claveles que adormecen los ingenios.
La flor del cerezo clama al cielo
la verdad blanca de un suspiro en arrullo,
y en explosión cereza… estalla la vida.
Más allá, en el extremo discreto del sendero,
una violeta muestra la belleza prudente,
y en el cielo se distraen los azules...
jugando con los rayos del sol…
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