Una vecina tiene la música alta,
quizá su moral le sobrepasa
o su mal espanta… en decibelios.
Desde otro piso, un niño pequeño,
lanza pompas de jabón por la ventana,
lluvia de burbujas vacías llenas de sueños.
En el patio interior, una joven canta
y tiende ropa… íntima, vida interior…
Alguien cocina, huele a laurel y estofado…
En mi casa, los de siempre, Teresa y yo,
y la música, y la tablet, y el móvil...
y las maquinitas variadas.
¡Ah!... y un par de orquídeas y unos geranios.
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