Pobre de aquel que siembra vientos,
huracanes que arrastran la verdad y la belleza.
Pobre de aquel ventilador que esparce…
miserias y ensucia, porque algo queda.
Pobre de aquel que enciende fuegos
que alimentan las iras y conserva los odios.
Pobre del que mueve los hilos corruptos
y viste normal el robo y la maldad.
Pobre del que calla y cobra en diferido
y encima te vende la democracia limpia.
Pobre de todo, aquel arquitecto del mal
que maquina y construye y provoca…
la desgracia ajena, la vida pública
de la gente honrada… del pueblo llano.
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