Ellas, en su rincón de siempre, con su música habitual, bailan… Son cuatro niñas de segundo de primaria, y cada día viene una diferente a decirme si quiero que me enseñen el baile que preparan porque quieren saber quién es la mejor. Un día me acerqué dispuesto a ver la actuación... se lucieron, y les di caramelos de aquellos de gajos de mandarina. También les conté que no había una mejor que otra, sino que era el grupo quien realmente lo hacía muy bien, con gracia y estilo… “y, sobretodo, se nota que os estáis esforzando mucho”. Generalmente, el éxito es el resultado del buen trabajo.
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