Siempre pensé que llegarías
con un caballo negro...
de grandes crines
y cola cuidada y generosa.
También te pensé...
bajando de una nube,
en un día apacible,
donde el sol la teñía de rojos,
y entre ellos...
y por una escalera de cristal,
bajabas, cual reina...
de todas las hermosuras y templanzas.
En su defecto, me hice la ilusión...
de un tren donde viajan las emociones,
y las esperanzas, y las flores...
en edad de merecer,
sin que las corten, solo las cuiden…
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