dimarts, 30 de maig del 2017

Rosas oliendo a rosas


Nunca me gustaron los ramos de rosas, las rosas sin rosal, sin jardín. Ya sé que la finalidad de muchas flores está en la belleza ornamental, en ser aquel aroma, aquella pulcritud que se regala a la persona amada, e incluso convertirse en los perfumes que hacen más adorables aún a nuestros semejantes. Uno prefiere llevar a su amada a un jardín repleto de rosas blancas, oliendo el olor inconfundible de la rosa.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada