Confieso que he visto, otra vez, Los Puentes de Madison, película romántica donde las haya. El amor llega en circunstancias muy especiales, y va creciendo, poco a poco, de forma contundente, imparable. Él no puede necesitarla porque no puede tenerla. Ella está casada. El amor es súper intenso, pero vuelve el marido y sus dos hijos. Ella lucha y vence, un suponer, pero todo acaba según lo establecido, aunque durante unos días se vivió una auténtica historia de amor que llegó y se instaló, así por su cuenta, sin prisa, sin pausa…
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