Habla “ex-cátedra”, pontifica, lo cuenta sin dar margen a duda o discusión, su dicción es nítida, segura, licenciado en todo, maestro en seguridad y arrogancia, arrasa, pasa como un vendaval, sin observar lo que va dejando en el camino. No sé muy bien si sabe a dónde va, lo que sí sé es que no va con nadie, y parece destruir por los caminos, antes que edificar realidades. De todas formas, me gusta la gente que muestra seguridad con tanta firmeza, aunque, generalmente, no me convencen, la verdad suele ser mucho más natural, ¿verdad?
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