Un bar que se interna en la roca… es viejo, el bar, la roca,
y el viejo del piano que teclea canciones de siempre.
Un espontáneo recita versos, pareados sin sentido,
con mucha rima y poca poesía,
pero él se siente protagonista del momento,
le hacen un mutis que ha provocado su emoción… y calla.
Se huele a ron quemado y a tabaco de pipa.
Cadaqués, años ochenta...
por la calle los pianos eran mecánicos.
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