Buscaré mi roca en la cumbre,
y me dejaré atrapar por las borrascas,
que no es malo todo lo que cuentan,
aunque suenen a todo lo contrario.
Y de roca a roca,
aquella desde la que veo...
el acantilado con fondo marino,
y vengo en el invierno
a llorar por los veranos.
Tanto en una como en la otra,
Eolo selecciona brisas con mensajes,
del cero al infinito,
y yo me recreo observando
el termómetro de mi existencia,
y me planto observando,
feliz por lo que fue posible,
...sin lamentar lo que no se dio.
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