Y en el pueblo, la paz de la infancia, mis padres y demás familia ausente, siempre presente. Mi hijo nos pasea con su coche, vamos a ver el río, tomamos unas cañas y hacemos unas fotos, preciosas tomas desde el bar el Mirador, con el pequeño islote de Gracia al otro lado, y unas vistas dignas de película con lugares paradisíacos. El Delta, precioso como siempre, ya está inundado, algunos trozos que sembraron en seco ya verdean, pronto, todo será un baño de las más bellas y hermosas esperanzas super verdes...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada