Me gustaría un mundo al revés...
donde los príncipes no fueran azules,
sólo seres muy humanos,
las brujas buenas deambularan libres por la calle,
y los piratas honrados tuvieran su morada
en los castillos románticos de las cumbres cercanas.
Un mundo al revés, nada que ver con la panorámica actual,
donde reina el comercio fraudulento,
y el poder es la meta, nunca la democracia,
y la corrupción campa a sus anchas,
como único objetivo del éxito de tanto depravado suelto,
eso sí… las cárceles están llenas de robagallinas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada