dijous, 19 de novembre del 2015

Hablemos

Siempre llega un tiempo en el que las bocas se destapan, y entonces los silencios comprimidos verbalizan extasiados sus sentires. Las miradas ajenas que llevaban dardo, incluso los que manejaron alguna comprensión, ahora esquivan, cobardes, y van en silbidos de disimulo… La gente, muchas veces, no entendemos la crueldad y las consecuencias de la cobardía, y es que no siempre el tiempo lo madura todo… La verdad, pese al qué dirán, exalta el alma y el buen callar no siempre es sabio. Hablemos a tiempo y en verdad, hablemos…

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