Otro paseo en mi vida de paseos…
Es la hora atípica, las cuatro de la tarde,
donde la gente ya no va a ninguna parte.
En la calle del Mar, simplemente no va,
está vacía y de las casas sale...
un olor a “fumet” de pescador,
algunos incluso harán un buen arroz.
Uno, además del paseo peripateado,
se interna por los departamentos de su azotea,
y gotea gozos y misterios, y hace...
en lo que puede, posibles las metas accesibles.
Voy controlando mis pasos...
Antes era maestro, controlaba, o intentaba...
muchas cosas más.
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