No dura mucho...

Él parece un diminuto de diseño, altito, delgadito,
con una mini cresta “in crescendo”,
bajo, muy bajo, el pantalón,
y alta, de tono grave, la dicción.
A lo mejor alguna vez es un hombre,
y una buena madre le cuenta...
lo de la vida no loca, que también existe,
y, posiblemente, la niña con ombligo decorado,
que le responde con una especie de gruñidos guturales,
madura antes, y le invita a hacerlo juntos.
Mientras, tienen quince años...
gorra ladeada él, pinturas impropias ella,
se recrean en su invento, saben que no dura…