dilluns, 9 de novembre del 2015

Buen final

De mi colección de días,
elijo el que te vi con menos niñez,
pero no ausente.
Te había perdido de vista,
y te observé detrás de unos ojos,
pura alegría y luz.
Me acerqué con la mirada,
y me llevé el oído,
y escuché la gracia y el aplomo,
dando sentido al jolgorio...
de las proximidades exaltadas.
Llegué a casa con la mente templada
y el corazón expectante,
y así empezó todo y acabó mejor…

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada