El niño ya hace 2° de E. Primaria, y tiene un montón de libros y otros tantos cuadernos, y mucho material escolar. Su madre le compró un carrito que, según parece, va mejor para la espalda arrastrar el carro que llevar la cartera colgada del cuello. La madre, muy buena madre ella, también ha colgado del carro, un saquito con un “bocata”, pan con tomate y una tortilla, y un vaso, y un cepillo de dientes…
Los abuelos van a buscar al niño, son las cinco. El abuelo le lleva el carrito, la abuela lo sube en brazos, eternos abuelos, impagables, sobretodo aquellos que al llegar a casa, cuando se tercie, les explicarán historias de cuando eran como ellos, y otros cuentos, de los que tan faltados van los niños actuales. ¡Maravillosos abuelos!
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