dilluns, 7 de març del 2016

Tarragona, un amor de ciudad

En la escollera que se adentra en el mar, se observan los desperdicios en blanco de las gaviotas. ¿Porqué será que no me suenan a pétalos blancos, como los rizos del mar a merced de los vientos generosos y cómplices de la belleza? Las gaviotas se concentran cerca del puerto de pescadores, esperan pacientes la llegada de las barcas, y unos cormoranes destacan por su tamaño y color, y por su capacidad pulmonar, para sumergirse y aparecer en un más allá de lo previsto. Es el puerto de pescadores, cerca de donde atracan el Katara, el Dynasty o el Magestic y otros yates de los ricos. Tarragona, romana y romántica, belleza natural de bosque y rio, y mar Mediterráneo, por supuesto, que esparce aromas de paz y belleza. Tarragona, entrañable y acogedora, ciudad amor, todo un amor de ciudad, si vienen y ven... ¡se quedan!

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