El viento ya no levanta faldas, no hay faldas los días de viento. Pero es posible que te entre en los ojos algún resto del polvo que arrastraron las hojas muertas del otoño cercano. El estado de todo lo que se vislumbra es desapacible y hasta cómicamente triste... las parejas de mayores se agarran con fuerza, los barcos amarrados blandean mareantes y los cormoranes han desaparecido de las cuerdas. El viento toma partido, te empuja y te frena según vas o vienes, el sol llega a golpes, calles vacías, la razón te manda a casa, pero uno se resiste, viento…
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