De pronto, reparas en que estás enamorado de la vida,
y en lugar de andar, vas planeando en vuelo fácil, plácido.
Y vas amando los aromas que se escapan de los bosques,
surcados de jardines de primavera…
Y paseas la sonrisa festiva, que es el producto...
de la satisfacción de los propósitos afines.
De repente te das cuenta que eres feliz,
porque has aprendido a decir que sí a la vida,
pese a que demasiadas veces te pone a prueba,
...innecesariamente.
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