Dos mujeres, de buen ver,
de treinta y pocos, en su punto,
mereciendo ya todo,
o al menos en la edad justa y precisa.
Hablan de zapatos, gesticulan,
una les cuenta que van a juego...
con el bolso y el cinturón,
el tacón es alto pero estable.
La elegancia está servida, sigo mi camino,
es hora de patio en la escuela del Serrallo,
hoy la estrella es una peonza metálica,
que al lanzarla se vuelve blanca,
como el famoso disco Newton...
que ya estudiaron.
Otro paseíto, toca ducha y Teresa,
es casi la una y está al llegar, ¡bingo!
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