dimecres, 17 de febrer del 2016

Conocer para amar

El flechazo, la primera impresión, los ojos que se van, el suspiro que se escapa, la magia, la visión… ¿Quién no ha sido, alguna vez, víctima de la primera impresión? Me pasó en algún caso que alguien que en un principio no me decía nada, y más bien me era indiferente, al tratarla y conocerla le descubrí cualidades no mostradas a simple vista, e incluso una belleza interior, que me hizo reflexionar y aprender una buena lección: no puedes amar aquello que no conoces, seguro…

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