Me suspendí en un sueño constante,
como adormecido en una cuerda de guitarra
que sólo admite la suavidad del arte...
que acaricia en suspiros.
Cuando más emoción le pone el maestro,
de su alma nacen sólo vibraciones,
que son como rocíos en perlas...
de cristales preciosos.
Es cuando me siento más relajado,
en espera del sonido que me entibia...
los instintos y acelera mis ansias,
como un proceso natural y progresivo.
Es una cuerda de guitarra
en manos del artista creador,
y yo con todos ellos…
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