Las golondrinas planean por la calle
hasta el último claro de luna.
Se han familiarizado con el barrio
y construyen sus nidos de barro
bajo los miradores de los primeros pisos.
Y tú transitas plácido por los espacios familiares,
y ves como te saludan...
unas cabecitas de pollitos golondrina,
que se unen a la fiesta de la convivencia.
Los pueblos tienen certificado de belleza clásica,
son remansos de paz, que forman parte del paisaje.
Suelo acudir al pueblo, a respirar…
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