Siempre supe que era ella,
desde unos segundos después del principio.
No sé si era la abuela o un amigo…
mayor, experto.. me dijeron:
cuando llegue la tuya, lo sabrás,
y entenderás la magia y el sentido,
y verás que, sin dejar de ver,
no hace falta que mires como antes,
pero puedes seguir viendo, por supuesto.
El caso es que lo supe,
cada vez más claro y en escaso tiempo.
No hace falta decir que siempre pasan cosas,
pero, entre los vaivenes de las olas,
no dejó de ser ella… y yo, yo…
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