En el Museo del Puerto de Tarragona, se para un autocar de jubilados. Van bajando, con sus pintas decoradas... algunos parecen llevar alguna prenda de sus nietos, gorras cómicas, sudaderas chillonas... Algún ligón de los de siempre, engominado, salta ágil mostrando supuesta juventud. Las últimas en bajar, discretas ellas, son de peluquería cara y grupo reducido, no gritan, sonríen fino, quizá demasiado... La guía, una niña en edad de merecer, se deshace en atenciones, va en carrera de grupo en grupo, incluso algún aparte, como una profesora con alumnos... de suficiencia. Jubilados, supongo que también me ven así... pero sin gorra cómica, sin llamar la atención...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada