¿Y por qué no me adelantas un parpadeo
que engrase sin lágrimas las bisagras…
de tus ojos enormemente bellos?
¿Por qué no me regalas un gesto,
una expresión no verbal, sincera,
que sea luz cual luciérnaga en la noche?
¿Por qué no me anticipas un amago…
de sonrisa que abra mi espíritu
y dispare las velas lejos del anclaje?
¿Por qué de tanto por qué…
cuando no existe en el amor la duda?
Pero, por qué no me das un silencio de razones
que se escapen de la puerta abierta
y me abracen sin por qué…
o con todos juntos en perfecta sinrazón…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada