como un invento en los destinos,
andar el suelo en la humedad…
Presenciarte nítido, limpio,
pisar la calle, oler calores,
captar aprecios, soñar despierto…
Y, en pie cansado, disparar las alas,
y acudir con la fuerza de las dudas,
allá donde se deciden los proyectos…
Subir en el caballo ganador,
que venza a los misterios
y que me calce a medida
mis zapatos de lo no efímero…
Abrir los poros, tomar el aire,
ganar el suelo después del vuelo,
amar la calle plena… de realidad.
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