Una flor con pétalos amarillos, un día con luz de sol vivo, unos ojos linterna, semáforos, verdes, de los que dan paso, ojos con sonrisa cercana, túnel perfecto, cobijo de ilusiones, nido de esperanzas y sueños.
Del amarillo al verde y al rojo, hablamos de labios a punto.
Es el tiempo temprano sin luna, las expresiones se coordinan, los mensajes se hacen poesía, como una música con solos, notas que no discrepan, acordan y se armonizan sin callar…
Uno lo imagina en libre y separado… los pétalos amarillos de sus mejillas pidiendo caricia de yema suave, o el cabalgar del verde penetrante, fijación con variantes azuladas que traspasan por el más allá, donde los estéreos buscan labios y allí, con los ojos rojos, se enciende el disco de los blancos, pescando el azul del cielo prestado al mar…
Nunca te lo dije… tienes cara de poema, sinfonías de colores y otras músicas, a veces te ajusto y te compongo…
El resultado me complace, es obra lograda con destellos de arte de múltiples colores…
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