Manifestación

La última fue por el derecho a decidir que tenemos los pueblos, quiero decir su futuro, aquello que se llama Democracia y que se decide en las urnas, ese proceso elemental suele pasar en países democráticos y, entre vecinos, se juntan a través del respeto o se separan para escribir su historia y vivir su destino en paz. Hoy, unas 30.000 personas nos hemos manifestado en defensa del Delta del Ebro, un río que, como tantas cosas, también se quieren cargar. ¡Qué pena! ¡Qué vergüenza! Un río sin el caudal mínimo ecológico, un río de sal, un río de mar… Ya lo saben los que quieren entender… en Amposta, a unos 15 km de la desembocadura, se pescan lubinas y doradas, en un caudal que sólo tiene un par de metros de agua dulce y el resto hasta unos diez metros de profundidad es agua salada.

La manifestación contra el Plan Hidrológico, sin lógica y contra natura, ha sido un modelo de comportamientos, donde las verdades diáfanas han salido a pasear para mostrar al mundo qué hay detrás de todo este planteamiento: un trasvase encubierto que lleva implícito la muerte del Delta por falta de sedimentos, una de las mejores Reservas de la Biosfera del mundo. Políticos de Catalunya, en un país libre no pasan esas cosas, pero… ni en eso estáis de acuerdo y así nos luce el pelo al pueblo, víctima de la dictadura absoluta y a callar y a aplaudir…