Mis días

Hacía tiempo que no comíamos, quiero decir… garbanzos, acompañados con cualquier delicia de cerdo, que los eleva y saborea a gusto. Son las dos y media… música, la escuela del Serrallos, vecina, abre las puertas, cálidas, acogedoras. Su música me suena a colegio, fila, saludo, mi clase, mis niños. Un café y al cole, Teresa, yo me parsimonío y siesta… Antes paso por la mesa de mis cosas y les cuento mis días, parecidos, con sorpresas, con regalos, homenajes, como diría mi querida Mar, de Tarragona.

Toca ir de compras, toca, concedo, voy, vamos: fruta, verdura, carne, pescado, detergentes, leche, lo de siempre… rutina. Coche, bolsas, ascensor, nevera… rutina. Me entra un sueñecito de sofá, me cabeceo, me cejijunto y bostezo. Me descabalgo las piernas, avanzo, cojo la mantita de jubilado, la almohada a juego, los cierro, los ojos, casi antes de tumbarme. Todo iba bien… lástima de vecino, sordo y con nietos y parquet. Por lo menos descanso del tute de la bici. Mis días… Que los suyos sean buenos!!