Qué pena… ¿no? ¡Una lástima!
Despertar del sueño soñado perfecto al final del preámbulo, antes del delirio…
Era por entre las turbulencias de la noche cuando, al fin, di contigo
y aparqué, cual abeja, los vuelos por las flores.
Era en medio de un abrazo tierno con cara de buena pinta, persistente,
con futuro ansiado, prometido, por prometedor de los mejores fines.
Decepción… en la película no hay letrero, en ninguna parte pone "Continuará…"
pero uno cierra los ojos para ver mejor y siente el roce caricia de los sentidos.
Momento mágico, poros abiertos, momento del que dependen los alientos,
y se desvela por los inicios antesala, y se instala en los misterios del placer
donde el sosiego es gloria y sonrisa…
Después de la malicia en despertar, una cara ufana en la historia del recuerdo.
Me relamo en sensaciones y proyectos, buscaré,
buscaré una noche con lunas de colores y, entre ellas,
por los oscuros lindos, buscaré tu luz y continuaré tu sueño.
Abrazo que lleva cargas positivas, abrazo con final feliz, mejor…
Hay cosas que vienen a ser lo mismo pero, con amor, son otras muy distintas…
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