Mañana es lunes, la sociedad me espera...

 

Parece que todos los ríos tienen patos, y muchos… puentes, la mayoría agua, unos pocos limpia, muchos… agua de río.
Parece que las ciudades se acicalan y se festejan y se carnavalean…
Se diría que la gente está contenta, engalana las calles, mezclando conceptos… lo angelical con lo grotesco, el buen gusto con lo esperpéntico, todo a ritmo acelerado, marcando paso, moviéndose cadencialmente.
Las calles se cortan, sus transeúntes, sus habituales, se disfrazan de otros yo… algunos quisieron ser bomberos, y hoy lo son…
Hoy son lo que no son, y ríen felices… carnavalean, actúan tras su disfraz.
Nadie te conoce… muéstrate, quizá, real, grita lo que callas, o calla lo que gritas, en tu actuar cotidiano habitual de tus días.
No se van a enterar de que más bien lloras, como el payaso honrado que cumple y transforma sinsabores en delicias.
Toca el silbato, empieza la rúa… el espectáculo está servido, a punto, a bailar y a reír, mañana será otro día.
Nos des-disfrazamos de las risas triviales y nos vestimos de decente con todas, todas, las piezas del conjunto, cambiamos de disfraz, buscamos nuestro mejor yo, le sonreímos.
Mañana es lunes, la sociedad me espera…