Alguna vez la vi de lejos,
no se hacía mirar, no,
no la seguían mis ojos,
que solían escaparse raudos
tras una mirada misteriosa
o una melena en cascada
de esperanzas…
Un día el azar, me regaló su
proximidad, y la vi, tal cual,
natural, normal, sana, social,
incluso lúcida, y pensé...
que nadie puede apreciar
y mucho menos amar,
aquello que no conoce
y nada sabe de su alma.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada