Ya les conté alguna vez que mi señora Teresa es una persona muy competente, ella repara en detalles que a mí se me escapan fácilmente, suele estar pendiente de todo y, aunque no suele atosigar, a veces me cuenta y recuenta, en plan maestra del contar, los aconteceres en los que yo no reparé o no consideré necesario prestar atención. A veces me hace reír, ella aprecia detalles y porqués y yo, en plan de broma, le digo que tiene la nariz chata, así como recortada, de tanto meterla en todas partes. Bien, un cielo total, mi santa Teresa de cada bendito buen día...
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