dejar hablar al alma,
dejar fluir el aroma de la verdad
para columpiarla sobre las notas
de un arpa sin polvo ni sueño.
Pude buscar un amanecer,
de aquellos que te mandan soles de colores
para atravesar la lluvia fina
y poner de moda el arco iris.
Pude soñarte despierto y gozar
del rocío de tus lágrimas de placer.
Pude, puedo, celebrar cada instante
que me enfoca tu sonrisa,
y hacer de cada hoy futuros de presente.
Pude, puedo, hice, hago…
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