Dicen los católicos, que Dios hizo la mujer de una costilla del hombre… sería la mejor costilla, ya que la insuficiencia con la que nos hemos quedado es manifiesta. La mujer nos complementa, nos enriquece, nos hace razonables, comprensibles, tiernos, maduros, próximos, sensibles, finos, correctos, educados, entrañables, convincentes, asequibles, pacientes, esforzados, con inteligencias varias, con brazos que abrazan y miradas que sonríen, para decirte la verdad, como la que expresa el pincel del pintor de las almas inmaculadas. Así como sin querer queriendo, estoy hablando de la mujer, un maravilloso ser humano…
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