Aquel sueño de niño, capitán de un barco,
que se acerca a una isla desierta, y se queda...
se queda prendado de la fuerza de la naturaleza
y delega su poder al segundo de abordo
e ingiere las primeras frutas,
y emprende su primer viaje de inexperto explorador.
Y descubre la libertad con riesgos,
y la dulzura con que las aguas de un riachuelo sostienen el entorno,
y unos pájaros desconocidos cantan melodías nunca oídas,
y una soledad limpia parece respetar su osadía.
Cuánto esconde el silencio dormido en la selva...
es como un Lázaro inconsciente que espera una brisa que le diga:
Levántate y vive, te espera la luz...
la luz y el misterio... en tu sueño de niño.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada