Mis pequeños poemas, una pretensión llamarlos así, mis pequeños relatos del día a día, humanistas, como me dijo una vez mi amigo Antonio, que en paz descanse, sin más pretensión que mostrarme al desnudo, buscando un pasatiempo y un aprendizaje de las formas de los buenos maestros. Pero no me preocupan los formatos, ni tampoco las ideas preconcebidas de lo políticamente correcto, a mi me place contemplar y contar la realidad, tal como la veo, sin mano izquierda, ni mucho menos derecha, “la” realidad del día a día del pueblo libre, también suelo hablar del amor, del mío...
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