Hoy me llegó tu sonrisa en vuelo
a través de los abonados
campos de mi imaginación,
la dulzura, casi eléctrica,
de tus fijas intermitencias,
instaladas en tus ojos rasgados,
la presencia que conlleva
templanza y blanquea en sano
hasta los más recónditos rincones
de las sombras indefinidas.
Hoy me llegó un aire...
un reflejo de aquel amanecer,
que fue principio y suma y sigue
de una luz diferente,
de una existencia...
donde los tiempos siempre son cortos
y los sucederes acontecen
en progresión acelerada y positiva.
Hoy me llegó tu sonrisa en vuelo,
y, de nuevo, la vida se impregnó
de la delicia de tus mil colores,
arco iris formado con rocíos
que se desprendieron
de un pétalo de rosa
y que el sol ruboriza en mi honor…
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