los arbustos de palmeros
y los romeros moteando
de blancos desgarros de nube,
paseas tus inmensidades azuladas,
pareces haber emanado...
del aroma del bosque,
lejos de la ciudad y del ruido
de los malos alientos.
Eres como dulce sobre dulce,
y casi llegas al umbral de la sensación,
aunque tus límites son ilimitados,
más bien te complementas,
por afinidad y aplomo,
con la naturaleza en libertad…
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