No hace día para caminar… entro en el bar a tomar un cortadito. Llegan tres señoras de principios de la tercera edad, vienen del gimnasio y hablan de comidas, de hijos y sobretodo de nietos... y a mi me ha dado la impresión que son como los maestros que, de alguna manera, siempre acabamos hablando de nuestros alumnos. El día es desapacible, estamos en marzo que es un mes muy especial y tiene sus peligros...
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