Acicalaba sus veinte años con toda guisa de decoros,
pinturas y vestiduras, poses y expresiones,
y apariciones a la luz de una luna furtiva.
No sabía qué ponerse y tapaba lo auténtico
de manera casi inconsciente, abajo, muy abajo, estaba ella...
veinte años de esplendor natural, puro fuego y belleza.
Un día se lo dije, oye… ¿Por qué no te desnudas,
te duchas, y sales a la calle tal cual,
...belleza en flor, pura poesía?
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