Y allí estaba ella...
dando luz a la noche,
impacto al sentido,
sonrisa a la caricia,
ritmo a los latidos,
gracia al ornamento,
compás a los suspiros,
alas al amor,
sólo de llegada explícita.
Allí estaba ella...
contagiando esplendor,
regalando esperanza,
aureando, divinizando,
haciéndose amor,
y el resto de mortales y yo
...amando, sin parar.
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