dimecres, 29 de juliol del 2015

Habla, niña...

Me encantas cuando hablas,
porque te noto cerca,
porque sabes lo que dices,
y tienes base y fundamento,
y tu dicción es razonable,
y tu verbo comprensible,
y tu gracia inconfundible...
Me gustas porque no das coba,
y nunca te encierras demasiado
en el aplauso incondicional,
ni en la frustración perpleja
de las humillaciones de refugio...
Me fascina cuando te escucho,
porque me suenas a corazón abierto,
y me sabes a primicia...
y a verdad sin filtros ni adulterios.

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